Introducción al examen físico del recién nacido
El examen físico del recién nacido es una parte vital de la atención médica pediátrica, ya que garantiza que el bebé esté sano y libre de problemas médicos inmediatos. Este examen puede ser complicado debido a dos desafíos principales: el bebé debe permanecer caliente y el llanto puede dificultar la realización de ciertas partes del examen, como la auscultación. Sin embargo, si se siguen cuidadosamente los pasos y pautas, los profesionales de la salud pueden realizar evaluaciones neonatales exhaustivas y eficientes. En este artículo, lo guiaré a través de los pasos de un examen físico típico de un recién nacido, explicando cada aspecto y su significado.
Signos vitales y parámetros de crecimiento
El primer paso en el examen del recién nacido es evaluar los signos vitales y los parámetros de crecimiento. Esto incluye medir la altura, el peso y la circunferencia de la cabeza del bebé. Estos números proporcionan información esencial sobre el crecimiento del bebé y ayudan a trazar percentiles, que son clave para seguir el desarrollo.
A continuación, verifica los signos vitales. En un recién nacido sano, la frecuencia cardíaca suele oscilar entre 90 y 160 latidos por minuto. La frecuencia respiratoria es más alta que en niños mayores y adultos, a menudo entre 30 y 60 respiraciones por minuto. Por lo general, no se toma la presión arterial a menos que el bebé no se encuentre bien, ya que puede ser difícil medirla en los recién nacidos. Una de las mediciones más importantes es la oximetría de pulso, especialmente dentro de las primeras 24 horas de vida. Es normal que los niveles de oxígeno (pulso buey) comiencen en un nivel tan bajo como el 60 % al nacer y aumenten gradualmente hasta aproximadamente el 90 % al final del primer día. Para el segundo día de vida, estos niveles deberían estabilizarse alrededor del 100%.
Examen de la cabeza y suturas del cráneo
Después de tomar los signos vitales, la siguiente parte del examen se centra en la cabeza del bebé. Sienta las suturas del cráneo: estos son los puntos blandos entre los huesos del cráneo. Poco después del nacimiento, es posible que las suturas se sientan ligeramente elevadas o superpuestas, lo cual es normal y debería resolverse en poco tiempo. También se deben palpar las dos fontanelas (puntos blandos) de la cabeza del bebé, una delante y otra detrás. Cualquier hallazgo inusual, como asimetrías o firmeza, podría sugerir una afección como la craneosinostosis.
Evaluación de ojos y oídos
Pasando a los ojos, la prueba del reflejo rojo es fundamental. Esta prueba ayuda a detectar varias afecciones posibles, incluidos lentes deslizados o anomalías de la retina como el retinoblastoma. Un reflejo rojo ausente podría indicar un problema que requiere más investigación. Los iris también deben examinarse para detectar signos de afecciones como coloboma, que podrían indicar un síndrome como CHARGE.
Para las orejas, dibuja una línea imaginaria desde los ojos hasta las orejas. La parte superior de la oreja debe alinearse con la esquina exterior del ojo. Cualquier desviación, como orejas de implantación baja o rotadas, puede indicar síndromes genéticos. Las marcas en las orejas o los hoyos también podrían estar asociados con otras afecciones, incluidos problemas renales.
Examen de boca y cuello
El examen bucal implica detectar anomalías como paladar hendido. Si bien es posible detectar visualmente un paladar hendido, también es importante palpar el paladar para detectar arcos altos u otros problemas ocultos. Durante este examen, también debes evaluar el reflejo de succión del bebé, que es crucial para la alimentación y parte del examen neurológico.
Se debe inspeccionar la nariz para detectar obstrucciones, ya que los recién nacidos respiran principalmente por la nariz. Si un tubo no puede pasar a través de los conductos nasales, esto podría indicar una afección como la atresia de coanas, que requiere atención inmediata.
Auscultación de tórax, abdomen y corazón
Después de examinar la cabeza y el cuello, lo siguiente es el tórax y los pulmones. La auscultación del corazón y los pulmones es una parte clave del examen, aunque puede resultar complicada si el bebé llora. De hecho, muchos recién nacidos presentan soplos durante el primer día de vida, que suelen ser benignos.
En el examen abdominal es normal palpar el hígado, el bazo y los riñones. Un hígado palpable no es preocupante a menos que se extienda más de tres centímetros por debajo del margen costal. También es esencial comprobar si hay un recto imperforado, ya que podría indicar una afección grave que requiera cirugía.
Genitales, Extremidades y Reflejos
Examinar los genitales es importante para detectar cualquier anomalía. En algunos casos, los genitales ambiguos pueden sugerir una afección como la hiperplasia suprarrenal congénita, que requeriría más investigación.
Para las extremidades, cuente los dedos de manos y pies del bebé, verificando si hay sindactilia (dígitos fusionados) o polidactilia (dígitos adicionales). También debe comprobar la estabilidad de las caderas mediante las maniobras de Ortolani y Barlow, que ayudan a detectar la displasia de cadera. También es importante examinar la columna en busca de hoyuelos sacros o mechones de cabello, ya que podrían sugerir anomalías de la columna.
Examen neurológico
Finalmente, el examen neurológico evalúa los reflejos del bebé. El reflejo de succión ya se ha comprobado, pero también es necesario evaluar el reflejo de búsqueda, en el que el bebé gira la cabeza hacia un estímulo cerca de su boca, y el reflejo de prensión, en el que el bebé agarra su dedo. El reflejo de Moro, o reflejo de sobresalto, implica bajar suavemente la cabeza del bebé y observar si sus brazos se extienden hacia afuera y luego regresan hacia adentro.
Los reflejos tendinosos profundos son otra parte del examen neurológico. Un pequeño clonus en los talones del recién nacido es normal, pero se debe observar cualquier anomalía persistente.
Conclusión
La realización de un examen físico del recién nacido implica varios pasos, cada uno de los cuales es importante para garantizar la salud y el desarrollo del bebé. Desde comprobar los signos vitales y el crecimiento hasta evaluar los reflejos y la función de los órganos, cada parte del proceso contribuye a obtener una imagen integral del bienestar del bebé. Este proceso me ha parecido revelador y he aprendido que otros han tenido experiencias similares. Si está interesado en obtener más información, puede ver este video detallado en YouTube: Examen físico del recién nacido.